La próxima generación de comercios minoristas no se basará en sistemas obsoletos ni en herramientas de inteligencia artificial aisladas, sino que la impulsarán ecosistemas conectados capaces de adaptarse y evolucionar en tiempo real.
Es la conclusión a la que llega la consultora KPMG, que aconseja a los minoristas no dejarse llevar por las actividades diarias y dedicar algo de tiempo a desarrollar una perspectiva estratégica sobre la IA. Estas son algunas de las recomendaciones de su informe Intelligent retail: A blueprint for creating value through AI-driven transformation:
- Diseñar una estrategia de IA. En primer lugar, los líderes deben decidir si se sienten cómodos siendo parte del grupo o si prefieren ser pioneros. Después, han de definir una visión clara y global con la que apoyar el crecimiento y la escalabilidad a toda la organización. Los resultados medibles pueden englobar la interacción del cliente, la conversión y satisfacción, el sobrestock, las roturas de stock y la programación del personal.
- Infundir confianza desde el principio. Un modelo basado en sólidos principios de IA, acompañado de políticas y procedimientos, garantizará que el programa de transformación se cimente sobre la confianza.
- Crear una infraestructura tecnológica. Todas las iniciativas de IA necesitan datos, incluidos los agentes autónomos, que requieren de una visión única del inventario y del cliente.
- Construir una cultura que utilice la IA para impulsar el potencial humano. Con la IA, los empleados pueden centrarse en ofrecer servicios que generen un mayor impacto y una mejor experiencia para el cliente. Al haber más usuarios satisfechos, se reducen las interacciones difíciles y el nivel de estrés laboral.
Transformando la experiencia del cliente
El sector comienza a revelar algunas aplicaciones interesantes de la IA. Con ellas, se espera mejorar la imagen de marca, acelerar el desarrollo de productos y aportar un toque de sorpresa y diversión a las experiencias de compra:
- Arte hecho con IA. Empresas como Coca-Cola han empleado la inteligencia artificial para diseñar envases con patrones singulares y crear botellas de edición limitada. Con productos únicos, se atrae a los coleccionistas y se fomenta la sensación de exclusividad.
- Avatares IA para la moda. Tiendas online como H&M y Zozotown cuentan con avatares de IA que permiten a los clientes ver cómo les quedaría la ropa según su talla y forma corporal. Algunos de estos avatares poseen distintas personalidades o estilos temáticos, diseñados para crear experiencias divertidas y atractivas.
- Carritos inteligentes y con personalidad. La cadena de supermercados canadiense Sobeys ha probado carros de la compra con IA que van más allá de escanear y contar artículos. Algunos incorporan asistentes de voz capaces de hacer bromas, contar curiosidades sobre los productos o animar a los clientes a elegir artículos más saludables.
- Influencers virtuales. La cadena brasileña Magazine Luiza ha incorporado inteligencia artificial a su influencer virtual “Lu”. Este personaje recomienda productos y ofrece sugerencias personalizadas según las preferencias de cada cliente.
- Desfiles de moda digitales. Marcas de lujo como Balmain y Gucci han presentado desfiles con modelos generadas íntegramente por computadora. Algunas, como Lil Miquela, han interactuado incluso con el público a través de las redes sociales.
- Narrativa para el lanzamiento de productos. La herramienta LEGO Story Mixer permite a niños y adultos crear historias originales a partir de las fotos o descripciones de sus figuras LEGO gracias a la IA.
- Perfumistas que usan IA. Liquid Sound transforma sonidos musicales en perfume a través de la IA, asociando cada nota a un aroma. El algoritmo crea la fórmula y la concentración, que luego se mezcla, se envasa en una botella personalizada y se envía al cliente.
- Máquinas expendedoras con personalidad. Máquinas de empresas como Frito-Lay se sirven de la IA para hacer comentarios, sugerencias o juegos de palabras mientras los usuarios se deciden por una botana.