La tendencia nearshore desacelera la deslocalización

31 oct 2011


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Con la economía aún peleando por mantenerse a flote, en una encuesta reciente, ejecutivos de cadenas de suministro prevén que la deslocalización a países vecinos aumente durante los próximos dos años. La reciente encuesta realizada por WT100 y la Universidad de Tennessee sobre las tendencias de las cadenas de suministro multinacionales muestran que un 52% de los líderes de la industria prevén que la producción de artículos estadounidenses se traslade más cerca de los Estados Unidos.

El hecho de mantener la producción o la TI en un país próximo al propio, denominado nearshoring, minimiza algunos de los problemas logísticos asociados con la deslocalización tradicional, u offshoring. Mientras la deslocalización a países con terrenos y mano de obra barata, como China o Japón, resulta atrayente para muchas empresas estadounidenses, la calidad del producto puede disminuir a causa de la distancia y el riesgo añadido de una mala comunicación. El terremoto de Japón de este mismo año interrumpió gran parte de la cadena de suministro global, e impulsó a los ejecutivos a considerar que la deslocalización tradicional y la externalización-subcontratación no eran tan lucrativas como habían venido siendo durante la última década.

Cuando una empresa no tiene su base en los Estados Unidos y su producción se localiza en el otro lado del globo, el tiempo de respuesta para la implementación de nueva producción aumenta. La comunicación no es tan fluida, como señala un 28% de los ejecutivos consultados en la encuesta, que citan asimismo baja calidad del producto. Una empresa de ultramar puede subcontratar la producción de un producto, y cuando los negocios en los Estados Unidos necesitan hacer cambios inmediatos a un producto, hay que pasar primero por múltiples canales de comunicación. En esta cadena pueden ocurrir fácilmente retrasos y malentendidos, produciendo un resultado mediocre. Puede apreciarse esto con la drástica bajada en externalización-subcontratación y deslocalización llevada a cabo por empresas tecnológicas estadounidenses, con un 35% de ellas externalizando-subcontratando servicios o producción – un cambio drástico desde el 62% que lo hacía en 2009, según un estudio realizado por BDO USA, LLP, una importante organización de contabilidad y asesoría.

La mano de obra en ultramar tampoco es tan barata como solía ser. Según la Oficina de Mano de Obra (Bureau of Labor) de los Estados Unidos, el salario por hora en la industria de fabricación de China aumentó más del doble entre 2002 y 2008, pasando de 0,57 a 1,37 dólares. Aunque está aún muy lejos del salario medio por hora en la misma industria estadounidense, los costes de transporte y combustible han reducido buena parte de los beneficios que antes se generaban por medio de la cadena global de suministros. El precio del crudo es un factor que hace más atractiva la deslocalización a países vecinos, alcanzando un precio máximo para los últimos 30 meses en mayo, a 114 dólares por barril. De los ejecutivos encuestados, un 61% mencionó la subida en los costes de transporte como el factor principal para un previsto uso futuro de la deslocalización en países vecinos. Asimismo, el aumento de los costes de transporte y los retrasos en la entrega del producto son factores negativos de la cadena de suministro global.

Sorprendentemente, de aquellos encuestados, un 48% dijo no analizar riesgos cuando toman sus decisiones de externalización-subcontratación. Quienes lo hacen, se protegen principalmente haciendo negocios con un proveedor conocido, e implementando una segunda fuente en el ámbito doméstico que pueda comenzar a funcionar rápidamente si es preciso. En una encuesta del año 2010 realizada por Grant Thorton, una firma de asesoría, el 44% de los encuestados creía que no se había beneficiado de la deslocalización a ultramar.

La encuesta subraya que los ejecutivos de las cadenas de suministros prevén un continuo crecimiento de la externalización-subcontratación de los Estados Unidos a China, India y Latinoamérica (excluido México) Sin embargo, la deslocalización a México es un paso inteligente desde el punto de vista logístico para algunos negocios, ya que es un país fronterizo fácilmente accesible y su infraestructura de transporte ha mejorado. Además, el coste de la mano de obra mexicana es mucho menor que el de la estadounidense. “[El] país tiene ahora mismo mucho atractivo a causa de su proximidad a la demanda norteamericana y la continua necesidad de muchas empresas de mejorar sus posiciones del capital de trabajo”, explicó Chas Spence, director de Prácticas de Fabricación Latinoamericanas en Alix Partners. “Este atractivo puede aumentar si el precio del carburante sigue creciendo globalmente”. Para otras empresas latinoamericanas, un buen manejo del inglés sigue siendo un obstáculo.