¿Es la IA una decisión evidente?

23 dic 2025
Un directivo experto en IA debe garantizar que se creen las condiciones para la colaboración entre humanos e IA

ANÁLISIS EN PROFUNDIDAD
Por David de Cremer

Incorporar la inteligencia artificial es, en teoría, una decisión evidente para apoyar el crecimiento de las empresas. Esto se debe a tres razones. Para empezar, la IA es una herramienta excelente para un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, en el que la capacidad de aprender y actuar sobre grandes cantidades de datos es fundamental.

En segundo lugar, la IA contribuye a potenciar el carácter innovador de una organización y, por ende, su competitividad. Las compañías que la utilicen posibilitarán que sus empleados trabajen más rápido y estén mejor informados, lo que los hará más productivos. Este aumento de la productividad, a su vez, brindará a las personas más tiempo y espacio para ser creativas, experimentar con nuevas ideas e impulsar la innovación. Una adecuada implementación de la IA puede generar beneficios financieros sin precedentes. De hecho, se estima que la IA aportará unos 16 billones de dólares a la economía global.

Una adecuada implementación de la IA puede generar beneficios financieros sin precedentes

Por último, la inversión necesaria para adoptar la IA resulta actualmente más accesible. Las técnicas de aprendizaje automático y deep learning que sustentan estos sistemas suelen ser de código abierto, y los servicios en la nube para almacenar y procesar datos son cada vez más comunes y económicos. Ya no hay excusas para quedarse fuera de la carrera por disfrutar de ese pastel de 16 billones de dólares.

Una distinción crucial

Al mismo tiempo, la IA es ─en sentido literal─ una tecnología sin cerebro, porque carece de las capacidades intelectuales propias de los humanos. Hoy en día, sufrimos un ciclo de sobreexpectación con respecto a la IA que no se corresponde con la realidad, ya que la gente no entiende esta distinción crucial. Se ha generado un optimismo excesivo, hasta el punto de que se han sobreestimado sus capacidades y muchos piensan que la IA ya está a la altura de los humanos. Creen que es solo cuestión de tiempo que replique a la perfección su cerebro y, que cuando eso ocurra, será posible sustituir a empleados costosos, y a veces ineficientes, por una IA más económica y capaz de aprender por sí sola.

Sufrimos un ciclo de sobreexpectación con respecto a la IA que no se corresponde con la realidad

Estas ideas, sin embargo, podrían llegar a ser, incluso, peligrosas. Los neurocientíficos explican que nuestra comprensión del cerebro humano —con cerca de 86,000 neuronas interactuando entre sí— es, en el mejor de los casos, incompleta y provisional. Con un conocimiento tan escaso sobre el cerebro, no podemos afirmar con certeza que hayamos logrado equiparar la IA a la inteligencia humana. Si acaso, hemos desarrollado una inteligencia computacional que puede complementarla, pero no sustituirla. Deberíamos dejar de comparar a los humanos y a las máquinas de forma tan explícita, porque es como comparar peras con manzanas.

Hay quien cree que ese es el objetivo final, que la inteligencia artificial se asemeje cada vez más al cerebro humano. Y, como directivo, usted tiene una decisión que tomar. ¿Cuál de estas dos perspectivas adoptaría al incorporar la IA en su empresa?

  • Perspectiva 1: La IA es una forma cada vez más económica de reemplazar a las personas y alcanzar nuevos niveles de productividad y eficiencia.
  • Perspectiva 2: Es una herramienta potente para aumentar —y no sustituir— la inteligencia humana, fomentando la innovación y la creatividad de los trabajadores.

Si se opta por la primera, se acepta que el enfoque principal de las organizaciones es usar la IA para optimizar el uso de datos y, con el tiempo, delegar en la herramienta la toma de decisiones y el análisis que normalmente realizarían los humanos. Algunos encuentran esta opción atractiva. La ironía es que, los directivos que piensan así, cederán finalmente su liderazgo a la IA.

Si se elige la segunda perspectiva y se reconoce que la IA tiene una capacidad limitada para hacer lo que esperamos que hagan los empleados humanos, será prioritario invertir en las personas. Simultáneamente, los directivos deberán asumir la iniciativa en el proyecto de adopción de la IA para complementar esa estrategia central.

El liderazgo humano importa más ahora que antes de la irrupción de la IA

El pensamiento mecánico

En estos momentos, la mayoría de planes de IA sigue el primer enfoque. Las compañías priorizan los beneficios financieros y buscan optimizar la eficiencia y el rendimiento en general, otorgando más valor al pensamiento mecánico que al humano. Me refiero a este fenómeno como “transformaciones tecnológicas impulsadas por la tecnología”. No tengan ninguna duda de que están ocurriendo, porque hay quienes valoran la capacidad computacional de la IA por encima de la comprensión humana y le están dejando asumir el control.

La gente valora la capacidad computacional de la IA por encima de la comprensión humana y le está dejando asumir el control

En 2022, se fundó en Dinamarca el Partido Sintético, cuyo líder es un chatbot llamado Lars. También está el caso de la empresa china NetDragon Websoft, desarrolladora de juegos multijugador en línea. Opera en el metaverso y recientemente ha nombrado a una robot llamada Tang Yu como su directora general.

Estos ejemplos reflejan una creencia emergente en el mundo empresarial: que el nuevo estándar del pensamiento de los líderes debería centrarse en leer datos con rapidez y precisión. Lo constato tanto al visitar compañías involucradas en proyectos de adopción de IA como en mis clases. Cuando imparto cursos avanzados de liderazgo para ejecutivos, varios participantes me preguntan: “Profesor, ¿por qué deberíamos seguir aprendiendo habilidades interpersonales en este contexto dominado por lo digital? ¿No sería mejor aprender a programar y pensar más como un experto en IA?”. Este tipo de preguntas demuestran que la capacitación ejecutiva actual debería centrarse en adquirir habilidades que se adapten al funcionamiento de la IA.

El liderazgo humano

En un contexto dominado por lo digital, el liderazgo humano importa más ahora que antes de la irrupción de la IA. El líder experto en IA es quien asume la perspectiva 2 —que la tecnología puede ser una aliada para los humanos— e impulsa con éxito la transformación en sus organizaciones.

Los directivos deben reflexionar, despejar sus dudas y confiar en sus capacidades para este nuevo desafío. Con la IA presente de manera creciente en el funcionamiento de las compañías, necesitamos a los líderes empresariales más que nunca, con sus habilidades interpersonales, motivacionales, de negocios y perspectivas. El liderazgo tradicional no debe verse como un obstáculo para la implantación de la IA, sino como un requisito imprescindible para implementarla con éxito.

El liderazgo humano importa más ahora que antes de la irrupción de la IA

La clave para ser un líder experto en IA exitoso pasa por garantizar que se creen las condiciones adecuadas para que la colaboración entre humanos e IA funcione, siguiendo un planteamiento centrado en las personas. Es decir, que los humanos se coloquen en el primer lugar y, la IA, en el segundo.

 

'The AI-Savvy Leader', por David de Cremer

Reimpreso con autorización de Harvard Business Review Press. Extraído y editado de The AI-Savvy Leader: Nine Ways to Take Back Control and Make AI Work. Copyright 2024 Harvard Business School Publishing Corporation. Todos los derechos reservados.

 

 

SOBRE EL AUTOR

David de Cremer, autor de 'The AI-Savvy Leader' DAVID DE CREMER
Decano titular de la cátedra familia Dunton en la Escuela de negocios D’Amore-McKim de la Universidad de Northeastern (Estados Unidos), donde enseña Administración y Tecnología. Antes fue profesor en la NUS Business School, donde fundó y dirigió el Centre on AI Technology for Humankind (AiTH) en Singapur. Además, es miembro del consejo asesor de proyectos globales de IA en la consultora EY.

 


Referencias