Cómo mitigar las presiones en la cadena de suministro
En escenarios de incertidumbre, las presiones en la cadena de suministro pueden incrementar la complejidad logística de las empresas, que han de adaptar sus procesos para responder a los cambios del mercado. Existen herramientas para calibrar la presión en la cadena de suministro, como el Índice de presión de la cadena de suministro global diseñado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
La presión sobre la cadena de suministro se asocia a la aparición de disrupciones que afectan al precio de los materiales, a los gastos de producción y a los niveles de demanda. En este contexto, el reto de las compañías es garantizar el suministro de productos sin incurrir en costos logísticos que mermen su capacidad competitiva. Como apunta el análisis Global supply chains in a post-pandemic world, publicado en Harvard Business Review, ante panoramas disruptivos, “el reto para las empresas es hacer que sus cadenas de suministro sean más resistentes sin debilitar su competitividad”.
El análisis de las presiones de la cadena de suministro global permite conocer la coyuntura actual del comercio y la logística internacional. Un informe de la consultora Oxford Economics constata que, aunque las presiones sobre la cadena de suministro están disminuyendo, se avecinan nuevos retos en 2023: “Los niveles de existencias en relación con la demanda están mejorando en general desde el año pasado, lo que supone una buena señal para gestionar las presiones en la cadena de suministro”. Sin embargo, los autores señalan que podrían generarse nuevos desajustes si los niveles de existencias siguen aumentando y se produce una desaceleración continua de la demanda. Los desequilibrios en la presión sobre la cadena de suministro han aumentado desde que empezó la pandemia por coronavirus, como muestra el Índice de presión de la cadena de suministro global.
Global Supply Chain Pressure Index
El Banco de la Reserva Federal de Nueva York ha diseñado una herramienta para medir de forma objetiva las condiciones de la cadena de suministro global. El Índice de presión de la cadena de suministro global (GSCPI, por sus siglas en inglés) combina variables globales relacionadas con el transporte y la fabricación como, por ejemplo, plazos de entrega, costos de envío de materia prima, porcentajes de volumen de stock o costos aduaneros globales. El barómetro se basa en variables que pretenden captar los factores que ejercen presión sobre la cadena de suministro global, tanto a nivel nacional como internacional.
El propósito de esta herramienta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York es ayudar a empresas, legisladores y consumidores a entender el estado de la cadena de suministro global. “Nuestro objetivo era construir una medida de las presiones de la cadena de suministro global que pueda utilizarse para calibrar la importancia de las restricciones de suministro con respecto a los resultados económicos”, afirman los autores del Global Supply Chain Pressure Index.
El funcionamiento es el siguiente: cuando el valor del Global Supply Chain Pressure Index es alto, implica que existe una presión sobre la cadena de suministro más elevada de lo habitual, mientras que cuando es bajo, la presión es inferior.
Los economistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York han diseñado el GSCPI a partir de datos obtenidos del Índice Harpex, que mide el precio global de los envíos de contenedores; el Índice Baltic Dry, que cifra los costos de transporte de materia prima en todo el mundo; y el Índice de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de Estados Unidos, que señala los costos del transporte aéreo en la exportación e importación de productos. El barómetro emplea también información procedente del sector privado. El GSCPI analiza datos como el volumen de pedidos o el stock adquirido en compañías que operan en siete mercados: la zona euro, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Taiwán.
¿Cómo limitar las presiones en la cadena de suministro?
La resiliencia se consolida como un atributo fundamental de las cadenas de suministro, especialmente en épocas de altas presiones. Según un análisis elaborado por economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), “las interrupciones de la cadena de suministro provocadas por la pandemia han puesto de manifiesto la importancia de la resiliencia, es decir, la capacidad de las cadenas de suministro para seguir funcionando incluso cuando se ven afectadas por perturbaciones”.
¿Cómo pueden las empresas limitar las disrupciones mediante la resiliencia? “Las compañías pueden elaborar un organigrama de la cadena de suministro que les permita saber quiénes son los actores que participan en cada fase. También tienen que prever cómo actuar si no pueden entregar todos los productos y qué clientes priorizar”, indica Yossi Sheffi, director del MIT Center for Transportation and Logistics. Otro aspecto clave para mejorar la resiliencia radica en “centralizar la información en la toma de decisiones a fin de garantizar los mejores resultados”, asegura el experto.
La tecnología se erige como una solución eficaz para gestionar las presiones en la cadena de suministro. En un marco en que las empresas necesitan reducir los plazos de entrega y limitar los costos logísticos, digitalizar los procesos puede ayudar a mejorar la capacidad de reacción ante posibles disrupciones. Recurrir a programas logísticos otorga mayor visibilidad de las operativas en la cadena de suministro. El uso de aplicaciones, como un sistema de gestión de almacenes, promueve una logística flexible y resiliente, capaz de adaptarse a los cambios de demanda de producto.
Un estudio de la Berlin School of Economics constata que las nuevas tecnologías son una medida efectiva para paliar las presiones en la cadena de suministro: “El impacto de la digitalización en las operaciones y en la cadena de suministro puede ser bastante complejo. El riesgo en la cadena puede mitigarse mediante el uso descriptivo y predictivo de los análisis de macrodatos (big data) con vistas a aumentar la visibilidad y la precisión de las previsiones, frenar los riesgos de interrupción de la información y mejorar los planes de contingencia”. Implementar sistemas avanzados de seguimiento, afirman los autores, permite activar estrategias de contingencia coordinadas y en tiempo real con el fin de disminuir los riesgos y plazos de respuesta ante posibles disrupciones.
Herramientas para afrontar las presiones en la cadena de suministro
En escenarios de presión en la cadena de suministro, las compañías optan por soluciones que favorezcan la flexibilidad y resiliencia de sus operativas logísticas. Implementar programas de gestión digital facilita la visibilidad sobre todo lo que sucede en la cadena, permitiendo una planificación logística más eficiente.
Un software como Easy WMS de Mecalux minimiza el riesgo de error en el aprovisionamiento de materias primas, en la gestión del stock y en la preparación y expedición de productos. El programa posibilita que el responsable logístico cuente con información actualizada y en tiempo real del rendimiento del almacén. Si estás interesado en digitalizar tus operativas para optimizar la cadena de suministro, no dudes en contactar con nosotros. Un consultor experto te asesorará sobre la mejor solución para tu compañía.