
Tarima fitosanitaria: qué es, tipos de tratamiento y normativa NIMF 15
La tarima fitosanitaria se ha consolidado como una pieza clave en los procesos logísticos de múltiples sectores del transporte de mercancías. Las empresas adoptan esta solución para reforzar sus protocolos internos, minimizar riesgos durante la manipulación y expedición de productos, así como responder con agilidad a auditorías y controles de organismos reguladores. Su implementación no solo aporta mayor confianza a clientes y proveedores, sino que facilita el cumplimiento de normativas internacionales y acelera los trámites aduaneros. Asimismo, contribuye a elevar los estándares de calidad, rebajar costos asociados a rechazos y simplificar de manera eficiente la gestión de inventarios a escala global.
En este artículo exploraremos por qué su utilización es tan relevante, qué ventajas ofrece y cuáles son los requisitos que deben cumplir estas tarimas para ser aceptadas en diferentes mercados.
¿Qué es una tarima fitosanitaria y cuál es su importancia?
Una tarima fitosanitaria es una tarima de madera que ha sido sometida a un tratamiento para eliminar organismos perjudiciales, como bichos, hongos y bacterias. Este proceso tiene como objetivo prevenir la propagación de plagas o especies invasoras y proteger los ecosistemas de los países a los que se exporta la mercancía.
Cualquier tipo de tarima de madera empleada para exportación ─nueva, reciclada o reparada─ debe ser sometida a este tratamiento cuando el país de destino lo exija. Este proceso no está pensado para mejorar la durabilidad ni resistencia de la tarima, sino para combatir plagas. No obstante, al disminuir la humedad de la madera, contribuye a evitar su putrefacción y el crecimiento de hongos. Las tarimas tratadas llevan un sello ─habitualmente marcado al fuego─ en lugares visibles de, al menos, dos lados opuestos, a fin de garantizar su legibilidad durante las inspecciones.
Los organismos nocivos pueden viajar de un continente a otro escondidos en la madera, tanto en su fase adulta como larvaria. Introducir especies en un ecosistema ajeno puede desencadenar desequilibrios ambientales y afectar la flora y fauna local. Al ajustarse a los estándares internacionales y demostrar que la madera está libre de plagas, se reduce de forma notable el riesgo de que las mercancías sean rechazadas o sometidas a cuarentena en aduanas, lo que a su vez evita demoras, costos adicionales y posibles sanciones en el proceso de exportación.

¿En qué consiste el tratamiento fitosanitario?
El tratamiento de tarimas fitosanitarias es un proceso destinado a eliminar bichos u otros agentes nocivos antes de su uso en ciertas exportaciones. Se realiza con el fin de cumplir las normas de protección mediante distintos métodos, todos ellos regulados por la normativa internacional:
- Tratamiento térmico (HT). Las tarimas son calentadas en grandes hornos industriales hasta alcanzar una temperatura mínima de 56 ºC en el núcleo de la madera, durante al menos 30 minutos.
- Tratamiento mediante calentamiento dieléctrico (DH). Consiste en aplicar calor dieléctrico generado por ondas electromagnéticas, como microondas o radiofrecuencia. Parte de la energía electromagnética se convierte en calor al interactuar con la humedad presente en la madera.
- Fumigación con bromuro de metilo (MB). La tarima se expone a un gas incoloro altamente tóxico que elimina bichos y otros organismos. Es necesario mantener una concentración específica del gas durante al menos 16 horas, a una temperatura mínima de 10 ºC, para cerciorarse de su eficacia.
- Tratamiento con fluoruro de sulfurilo (SF). Es una alternativa química al bromuro de metilo. Este gas también actúa como fumigante, aunque su uso es menos común y está sujeto a regulaciones estrictas.
¿Qué tarimas están exentas del tratamiento fitosanitario?
Las tarimas exentas de la norma NIMF 15 son aquellas que, por su naturaleza o proceso de fabricación, no requieren tratamientos fitosanitarios para prevenir la propagación de plagas en el comercio internacional:
- Plástico. Son aceptadas globalmente sin restricciones sanitarias y ofrecen ventajas como mayor resistencia a la humedad y al calor durante el transporte marítimo o aéreo. Además, son duraderas, reutilizables y presentan una tasa de rotura muy baja.
- Contrachapado. Fabricadas con múltiples capas de madera unidas entre sí, son una opción reutilizable y eficiente en términos de residuos y costos. Su composición homogénea y controlada reduce la posibilidad de contener organismos nocivos.
- Aglomerado. Se elaboran mediante prensado a altas temperaturas, por lo que no se considera madera maciza sino un material procesado térmicamente. Por esta razón, cumplen con los requisitos de la norma sin necesidad de tratamientos adicionales como la fumigación.
- Cartón. Están exentas de la norma fitosanitaria NIMF 15, ya que no contienen madera natural ni representan un riesgo de plagas. Son una opción ligera, reciclable y respetuosa con el medio ambiente, especialmente útiles para envíos de corta duración o mercancías ligeras, y contribuyen a disminuir los costos de transporte por su bajo peso.
¿Qué es NIMF 15?
La NIMF 15 es la Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias número 15 (o ISPM 15 en inglés), un conjunto de directrices destinadas a regular el tratamiento y marcado de empaques de madera utilizados en el comercio internacional para prevenir la propagación de plagas. Fue elaborada por la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) o International Plant Protection Convention (IPPC), un tratado internacional supervisado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Su propósito es propiciar una acción coordinada y efectiva que prevenga la introducción y propagación de plagas.
Según la NIMF 15, el marcado de las tarimas con tratamiento fitosanitario debe incluir la siguiente información:
- Símbolo de la IPPC (siglas en inglés de la CIPF).
- Código ISO del país exportador.
- Código de la empresa autorizada para realizar el tratamiento fitosanitario o para fabricar el empaque de madera conforme a la NIMF 15.
- Abreviatura del tipo de tratamiento fitosanitario aplicado (HT, DH, MB o SF).
La marca de las tarimas fitosanitarias también debe cumplir con ciertos requisitos formales: su forma tiene que ser cuadrada o rectangular, y llevar una línea vertical que separe el símbolo de la IPPC de los demás códigos. Además, ha de ser permanente —no se permiten rótulos metálicos, plásticos ni etiquetas adhesivas—, legible y, preferentemente, de color negro. Se recomienda evitar el uso del rojo o naranja, ya que estos colores están reservados para señalar mercancías peligrosas.

Beneficios del tratamiento fitosanitario de tarimas
El tratamiento fitosanitario de tarimas garantiza el cumplimiento de las regulaciones, al tiempo que promueve la reutilización de materiales y la sostenibilidad:
- Seguridad. Elimina plagas y organismos dañinos en las tarimas, lo que prolonga su vida útil y permite que la carga llegue a su destino en óptimo estado.
- Homologación. Asegura el cumplimiento de los requisitos de importación y exportación en los países que aplican la normativa NIMF 15. Así, las empresas pueden participar en el comercio global respetando las regulaciones fitosanitarias vigentes.
- Sostenibilidad. Las tarimas pueden emplearse en múltiples ciclos de almacenamiento y transporte. Esto evita la fabricación continua de nuevas unidades de carga y disminuye el impacto ambiental asociado a la producción de madera y residuos.
- Versatilidad. Este tipo de tarima se utiliza en distintas industrias (agricultura, alimentaria o farmacéutica), donde es esencial para la protección fitosanitaria de la mercancía y la integridad de la cadena de suministro.
Tarimas fitosanitarias: homologación para exportaciones
La tarima fitosanitaria se ha consolidado como un componente fundamental en la prevención de plagas y enfermedades en la logística internacional. Este tratamiento fomenta la reutilización responsable de materiales, lo que limita el impacto ambiental. Al aplicar la NIMF 15, las empresas no solo amplían sus posibilidades de exportación, sino que acceden sin restricciones a numerosos destinos comerciales. Cumplir la normativa facilita la expansión de los productos, fortalece la competitividad de las compañías en entornos logísticos globales y contribuye a preservar los ecosistemas.
La tarima fitosanitaria en 5 preguntas
¿Qué es una tarima fitosanitaria?
Es una tarima de madera que ha recibido un tratamiento específico para eliminar bichos, hongos u otros organismos perjudiciales. Su propósito es impedir la propagación de plagas a través del comercio internacional.
¿Qué es una tarima tratada?
Es cualquier tarima de madera (nueva, reciclada o reparada) a la que se le ha aplicado un procedimiento fitosanitario. Pueden emplearse cuatro tratamientos distintos: térmico (HT), mediante calentamiento dieléctrico (DH), fumigación con bromuro de metilo (MB) y fluoruro de sulfurilo (SF).
¿Qué son las tarimas fumigadas?
Son tarimas sometidas a un tratamiento fumigante ─químico o térmico─ en el que se mantiene de forma controlada una concentración de gas y una temperatura específicas durante un tiempo mínimo, garantizando así la eliminación eficaz de las plagas.
¿Qué son las tarimas NIMF 15?
Son tarimas que cumplen la Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias Nº 15 (ISPM 15). Fue elaborada por la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y su objeto es la acción coordinada y efectiva con miras a prevenir la introducción y propagación de plagas.