Los vehículos de guiado automático aceleran el almacén
Los vehículos de guiado automático son una solución habitual para automatizar el movimiento de mercancía entre diferentes zonas del almacén. Se desplazan sin conductor y se sirven de distintos sistemas para conocer los recorridos que deben seguir. En el sector logístico, estos vehículos se utilizan para sustituir a los equipos de manutención manuales, agilizando el flujo de mercancías con movimientos constantes y repetitivos.
Desde su invención en 1953 por parte del ingeniero norteamericano Arthur Barret, los vehículos de guiado automático han evolucionado en su configuración: desde el “Guide-O-Matic” ―el primer vehículo sin conductor― hasta los populares montacargas filoguiados.
¿Qué son los vehículos de guiado automático?
Los vehículos de guiado automático (conocidos también como AGV por las siglas en inglés de automated guided vehicle) son robots automatizados que transportan la mercancía entre dos puntos del almacén ―o entre dos instalaciones conectadas― sin necesidad de un conductor. Estos vehículos agilizan los flujos de mercancía pesada gracias a un circuito previamente diseñado.
Se trata de soluciones de transporte que están cada vez más presentes en el entorno industrial para garantizar unos almacenes automatizados ágiles y seguros, reduciendo tiempos en el movimiento de cargas. Así lo demuestra un estudio de la consultora Grand View Research, que apunta que el volumen de negocio de los vehículos de guiado automático alcanzó los 339,000 millones de dólares en 2020.
El informe también señala que este mercado crecerá a un ritmo del 13.8% hasta 2028. ¿Por qué? Estos equipos son una solución para, entre otras cosas, sustituir a los montacargas tradicionales en la carga y descarga de camiones, conectar la zona de almacenaje con las líneas de producción o, incluso, mover productos hasta las diferentes áreas de picking.
Sistemas de guiado de los AGV
Los vehículos de guiado automático pueden clasificarse según el sistema de guiado que facilita el movimiento del equipo:
- Filoguiado: el equipo se mueve mediante un hilo conductor instalado debajo del suelo del almacén. Este método solo es eficiente cuando los flujos de mercancías son constantes y repetitivos, porque cualquier cambio requiere mover el cable de guiado mediante obra.
- Visión artificial: el vehículo emplea la inteligencia artificial para decidir la ruta más idónea, a través de cámaras de visión artificial de 360º que le permiten identificar en todo momento los elementos de su entorno.
- Optoguiado: los vehículos se desplazan haciendo uso de una tira de espejo catadióptrico que marca el recorrido que el equipo ha de seguir. El AGV detecta la guía mediante fotocélulas, lo que le permite identificar el camino y seguir la ruta preestablecida. A diferencia del filoguiado, no requiere de obra previa.
- Guiado láser: el equipo cuenta con un dispositivo láser que, mediante barridos, determina su posición exacta dentro del almacén, según el mapa que guarda en la memoria. Este sistema de guiado evita que se hayan de instalar cables o espejos.
- Mapeado 2D-3D: los vehículos de guiado automático por mapeado no requieren de la instalación de ningún elemento externo al equipo de manutención. El vehículo incorpora un conjunto de sensores (cámaras, ultrasonidos u otras tecnologías) para crear un mapa virtual de la instalación y desplazarse así con seguridad.
¿Qué tipos de vehículos de guiado automático existen?
Los vehículos de guiado automático se presentan bajo múltiples formas. Estas son las principales:
- Vehículos de carga unitaria: sistemas de transporte automático preparados para cargar una sola unidad por trayecto (tarimas, bobinas, cajas, contenedores u otras unidades sueltas).
- Montacargas: soluciones de transporte similares a un montacargas y que mueven una o varias tarimas. Estos montacargas automatizados están dotados de sensores en las horquillas para garantizar una carga y descarga de mercancía segura.
- Tractores de arrastre: vehículos cuya función es mover otros sistemas no motorizados como, por ejemplo, los remolques de un tren logístico. Esta solución está configurada con plataformas elevadas, rodillos motorizados o con un sistema de carros que facilitan la carga y descarga de mercancía en el remolcador.
¿Cómo funciona un vehículo de guiado automático?
Los vehículos de guiado automático se desplazan por el almacén gracias a la combinación de un sistema guiado por sensores y un software propio, que se puede integrar en un sistema de control de almacén (WCS) o en un software de gestión de almacén (WMS).
El sistema de transporte se mueve siempre por una ruta predeterminada y a velocidad controlada. No obstante, estas máquinas suelen contar con componentes adicionales para garantizar la integridad de los operarios, de la mercancía y del propio vehículo. Pueden ser: búmpers de seguridad, escáneres o sensores inteligentes para detectar movimientos cercanos, entre otros.
Beneficios (e inconvenientes) de un vehículo de guiado automático
Los vehículos de guiado automático aportan beneficios para el almacén:
- Garantizan un flujo de mercancías uniforme: estos vehículos disponen de una ruta prefijada que asegura un movimiento de cargas continuo entre dos áreas del almacén.
- Posibilitan ciclos de trabajo de 24 horas: esta solución de transporte automatiza el flujo de cargas, por lo que los operarios pueden dedicarse a tareas de mayor valor añadido.
- Limitan el riesgo de accidentes: los vehículos de guiado automático cuentan con sistemas de seguridad para moverse por el almacén, evitando la interacción con operarios.
Sin embargo, estos equipos de manutención automáticos también presentan desventajas:
- Solución poco flexible: la mayoría ―excepto aquellos guiados por inteligencia artificial― aún se mueven por sistemas rígidos como el láserguiado o el filoguiado, que requieren de flujos de mercancía uniformes.
- Sistema insuficiente para almacenes de alta densidad: los vehículos de guiado automático son una solución de transporte de carga unitaria, lo que impide que sean útiles en contextos de alta densidad de pedidos. En ese caso, pueden ser sustituidos por sistemas de transporte y almacenaje automáticos como transportadores para tarimas o transelevadores para cajas (miniload).
Soluciones de automatización: ¿cuándo convienen los AGV y cuándo no?
La implementación de vehículos de guiado automático es habitual en contextos industriales, sobre todo cuando en el centro de producción se emplean métodos de trabajo como el lean manufacturing o el just-in-time. ¿Por qué? Esta solución de transporte recorre la distancia que separa el almacén del centro de producción, abasteciendo de materias primas las líneas de producción.
De todos modos, en almacenes con una mayor cantidad de pedidos, los AGV pueden no responder a las necesidades logísticas de la instalación, ya que estos equipos poseen una capacidad de carga limitada, mientras que otras soluciones automáticas como los transportadores para tarimas pueden mantener flujos de mercancía continuos entre dos puntos del almacén cuando el volumen de carga es elevado.
Los vehículos de guiado automático acostumbran a ser complementarios a sistemas de almacenaje y transporte automatizados, cumpliendo funciones específicas como, por ejemplo, desplazar los productos más pesados entre dos áreas del almacén, cargar o descargar mercancía hasta la entrada de un almacén automatizado o conectar el almacén con el pulmón de producción por el exterior del edificio.
Ejemplos de vehículos de guiado automático
Los vehículos de guiado automático constituyen en una solución de transporte de mercancía que agiliza el flujo de cargas. Sin ir más lejos, ese es el ejemplo del fabricante de papel francés Clairefontaine, que implantó vehículos de guiado automático para el transporte interno de mercancía, incrementando la seguridad en los pasillos de su instalación. El centro logístico, coordinado por Easy WMS, el sistema de gestión de almacenes de Mecalux, consta de tres almacenes con una operativa totalmente automatizada.
Los AGV ejercen una función similar en el almacén de Kern Pharma en Terrassa (España): los equipos recogen las tarimas de las líneas de producción y las depositan en los transportadores de entrada del almacén automático construido por Mecalux. En este caso, los vehículos funcionan por guiado láser.
La farmacéutica suiza Novartis también requería agilizar su logística y sus flujos de mercancía en Polonia. Para lograrlo, Mecalux construyó un nuevo almacén automático autoportante de 27 metros de altura cerca del centro de producción. Un conjunto de vehículos de guiado automático transporta la mercancía entre las dos instalaciones: “La automatización era una prioridad para Novartis, incluso para el transporte interno”, comenta Tomasz Marchewa, director de la cadena de suministro de la empresa.
Automatizar la conexión entre el almacén y el centro de producción también es la función que ejercen los vehículos de guiado automático en Renault: coordinados por el sistema de gestión de almacenes de Mecalux, los operarios depositan las materias primas de cada orden de fabricación en racks del almacén para que los equipos de manutención guiados automáticamente las trasladen al centro de producción.
Vehículos de guiado automático: agilidad en el movimiento de cargas del almacén
Los vehículos de guiado automático son una solución para abrir el almacén a la automatización: sustituyen a los montacargas tradicionales en aquellos movimientos repetitivos, lo que permite que los operarios se centren en tareas de mayor valor añadido. No obstante, estas máquinas han de complementar a otras soluciones de transporte y almacenaje, ejerciendo tareas más orientadas al flujo de mercancía pesada o a la carga y descarga de productos.
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